Incluimos aquà lo ultimo que hemos recibido sobre este tema.
Animamos a que alguien estudie que dicen nuestras leyes sobre el particular. Le ofrecemos publicarlo en la sección correspondiente.
26.07.11
La Isla del Dr. Moreau: 150 hÃbridos humanos en el Reino Unido
A las 6:31 PM, por Juanjo Romero
CategorÃas : Bioética
La «ley de la pendiente resbaladiza» en bioética se está mostrando apodÃctica. La «Isla del Dr. Moreau» se ha convertido en un parque temático. Lo siento, a mi me escandaliza, y me escandaliza más el silencio que la encubre.
Hace tres años comentaba el terror que me provocaba la «Ley de Fertilización Humana y EmbriologÃa» que estaba a punto de aprobar el Parlamento Británico y que permitÃa la fecundación interespecÃfica. Monseñor Sgreccia alertó de inmediato:
Constituye una ofensa para la dignidad del hombre. Es un intento de fecundación entre especies que hasta ahora estaba prohibido por todas las leyes sobre fecundación artificial.
La unión hombre-animal, aunque no sea sexual, representa uno de los horrores que siempre han provocado el rechazo de la ética. Cada vez que se ha roto la barrera hombre-animal se han visto consecuencias muy graves, incluso involuntariamente.
Los de siempre cargaron: éramos unos alarmistas, las condiciones eran muy restrictivas, los ‘embriones’ debÃan ser destruidos a los 14 dÃas, que negarse era poner freno a la ciencia, la cantidad de enfermedades que serÃan curadas.
El dÃa 23 de julio, el Daily Mail descubrÃa que desde la aprobación se habÃan producido en secreto en torno a 150 embriones hÃbridos humanos, con la supuesta finalidad de «curar enfermedades». Las mismas mentiras que con las «células madre embrionarias».
La revelación se produce un dÃa después de que un comité cientÃfico horrorizado aventurase un final tipo «Planeta de los Simios»
Los tres laboratorios que tenÃan permiso — Kings College de Londre, Univ. de Newcastle y la Univ. de Warwick— ha tenido que parar sus proyectos por falta de fondos. Lord Alton, que lo relataba como respuesta a una pregunta parlamentaria, dijo:
Me he manifestado en el Parlamento en contra de la creación de hÃbridos humano-animales por una cuestión de principios. Ninguno de los cientÃficos que se presentaron para rendir cuentas pudieron dar justificación alguna en términos de tratamiento.
Éticamente no puede justificarse de ninguna manera, nos desacredita como paÃs. Se está manoseando con lo grotesco. Los únicos que han sido capaces de esgrimir es que si les permitimos hacerlo vamos a encontrar cura para todas las enfermedades conocidas por la humanidad. Eso es chantaje emocional.
De los 80 tratamientos y curas que se han producido a partir de células madre, todos (sin excepción) han llegado a partir de células madre adultas —no embrionarias—
Josephine Quintavalle, de «Comment on Reproductive Ethics» dijo:
Estoy horrorizado con lo que ha pasado, no sabÃa nada. ¿Por qué lo han mantenido en secreto? ¿Por qué si están orgullosos de lo que hacen hemos de recurrir a una sesión parlamentaria para que salga a la luz?
El problema es que muchos cientÃficos quieren experimentar por experimentar, y eso no es razón suficientemente buena.
Me parecen quejas de mal pagador, avisados estaban y los argumentos utilitaristas tienen poco recorrido, aunque sean muy de la tradición británica. Ni me parece una postura de principios la de Lord Alton, ni se me ocurre razón alguna para Quintavalle.
No sé en qué terminará la cosa, pero tiene mala pinta. En el 2008 Mons. Sgreccia terminaba su advertencia: hay que pedir una especie de conversión de los medios de comunicación: en vez de obedecer a las indicaciones de los grupos interesados, deben obedecer a la verdad para no crear ilusiones, con objetivos de compasión humana, sobre caminos que no han ofrecido todavÃa ningún resultado
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