Un polémico ensayo de dos psicóanalistas, Céline Masson y Caroline Eliacheff, “La fábrica de los niños transgénero: cómo proteger a nuestros menores de la moda trans” alerta del impacto de la cultura del transgenerismo sobre los adolescentes.
Masson es psicoanalista, profesora universitaria del Centro de Historia de las Sociedades, las Ciencias y los Conflictos en la Universidad Julio Verne, en la región francesa de Picardía, y directora de la Red de Investigación sobre Racismo y Antisemitismo. Eliacheff es doctora en Medicina, psiquiatra infantil, psicoanalista y ensayista. Es autora de numerosas obras sobre psicología familiar y está especializada en los trastornos mentales que afectan al cuerpo. Las dos dirigen en Francia un Observatorio de Discursos Ideológicos sobre la Infancia y la Adolescencia llamado La Sirenita.
Según han declarado al diario “El Mundo” en una entrevista, «vivimos en un clima de terror intelectual. El éxito actual del movimiento trans se debe a su retórica radical, subversiva y amenazadora. Ha conseguido insinuarse en todos los niveles del campo social y ha convertido lo que se siente en hegemónico en detrimento de la razón y el interés general. El activismo trans es hoy una ideología fascista y, como todos los fascismos, utiliza a los niños como bandera de una causa de adultos».
«Hay una avalancha de adolescentes que están recibiendo una importante presión, sobre todo por las redes sociales, para creer que la transexualidad es la solución instantánea a sus problemas, cuando en realidad sufren trastornos que, por supuesto, necesitan de un diagnóstico y un acompañamiento que esta ley les niega y a nosotros nos prohíbe», afirman las especialistas.
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