La proposici贸n de Ley de la Eutanasia, promovida por el Partido Socialista Obrero Espa帽ol y Unidas Podemos, ha recibido el pasado 10 de diciembre el visto bueno de la Comisi贸n de Justicia del Congreso, para pasar a ser debatida en el Senado y en el Congreso y as铆, dada la mayor铆a de esca帽os que sustenta al grupo que apoya al Gobierno, poder convertirla en la primera Ley Org谩nica que se aprueba en 2021. Es decir, poder legalizar la eutanasia y el suicidio asistido en nuestro pa铆s.
Para justificar dicha proposici贸n de ley, sus promotores esgrimen los siguientes argumentos:
Afirman que existe una amplia mayor铆a social en nuestro pa铆s, y tambi茅n en los restantes pa铆ses de la Uni贸n Europea, que reclama que se legalice la eutanasia y el suicidio asistido, afirmaci贸n que, como poco, es incierta.
En efecto, las encuestas realizadas con tal fin ofrecen resultados diversos, fundamentalmente debido a la manipulaci贸n de las preguntas que se incluyen en dichas encuestas. No podemos aqu铆 recoger el amplio elenco de consultas realizadas, pero si hacer referencia a la que, a nuestro juicio, es m谩s significativa, por el n煤mero de personas incluidas en ella, promovida por el grupo de Joachim Cohen, de la Universidad VRIJE, de Bruselas. En su estudio se constata que ning煤n pa铆s europeo desea de forma mayoritaria la legalizaci贸n de la eutanasia, pues siendo Dinamarca el pa铆s que lo requiere en mayor grado, su porcentaje de aceptaci贸n es de 6,79 sobre una aceptaci贸n m谩xima de 10. En Espa帽a ese 铆ndice es de 6,08. Constat谩ndose, por tanto, que, aunque la opini贸n europea sobre el tema no es un谩nime, la pretendida afirmaci贸n de que existe una abrumadora mayor铆a social que desea que esta ley se apruebe, es totalmente infundada.
Tambi茅n esgrimen que gran parte de las organizaciones sociales y m茅dicas de los pa铆ses desarrollados apoyan la legalizaci贸n de ambas pr谩cticas. Igualmente es esta una afirmaci贸n err贸nea. En tal sentido, el Comit茅 de Bio茅tica de Espa帽a, 贸rgano asesor del Gobierno para asuntos que implican temas 茅ticos, afirma que 鈥渆xisten solidas razones para rechazar la transformaci贸n de la eutanasia y/o el suicidio asistido en un derecho subjetivo y en una prestaci贸n p煤blica, y ello no solo por razones de contexto social y sanitario, sino, tambi茅n por razones de fundamentaci贸n 茅tica de la vida, dignidad y autonom铆a. Por otro lado, la eutanasia y/o el suicidio asistido no son signos de progreso, sino un retroceso de la civilizaci贸n, ya que en un contexto en el que el valor de la vida humana con frecuencia se condiciona a criterios de utilidad social, inter茅s econ贸mico, responsabilidades familiares y cargos o gasto p煤blico, la legalizaci贸n de la muerte temprana agregar铆a un nuevo conjunto de problemas鈥.
M谩s expl铆cita, aun si cabe, es la Declaraci贸n del Consejo General de M茅dicos de Espa帽a, que se reafirma en su compromiso del respeto a la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de su salud, recordando que el C贸digo de Deontolog铆a M茅dica establece que 鈥渆l m茅dico nunca provocar谩 intencionadamente la muerte de ning煤n paciente, ni siquiera en caso de petici贸n expresa por parte de este鈥. Adem谩s, y seg煤n dicho C贸digo, 鈥渆l m茅dico tiene la obligaci贸n de aplicar las medidas adecuadas para conseguir el bienestar del paciente, aun cuando de ello pueda derivarse un acortamiento de la vida鈥.
Esta opini贸n es as铆 mismo refrendada por la Asociaci贸n M茅dica Mundial, en su 70 Asamblea General celebrada en Tiblisi (Georgia), el 19 de octubre de 2019, en la que se reitera su fuerte compromiso con los principios de la 茅tica m茅dica y con que se debe mantener el m谩ximo respeto por la vida humana, oponi茅ndose firmemente a la eutanasia y al suicidio asistido.
Tambi茅n la Organizaci贸n Mundial de la Salud, considera que 鈥渃on el desarrollo de los m茅todos modernos de tratamiento paliativo no es necesaria la legalizaci贸n de la eutanasia鈥.
Igualmente, diversos organismos e instituciones jur铆dicos espa帽oles se muestran contrarios a legalizar la eutanasia y el suicidio asistido. En este sentido, el Tribunal Constitucional ha manifestado que 鈥渆l derecho a la vida tiene un contenido de protecci贸n positiva, configurado como un derecho de libertad, que incluye la propia muerte, no existiendo por tanto un derecho al suicidio, ni tampoco el derecho subjetivo a la libre disposici贸n de la propia vida鈥.
Igualmente, el C贸digo Penal Espa帽ol, considera delito toda acci贸n voluntaria realizada por una persona para terminar con la vida de otro ser humano.
Desde un punto de vista moral existe abundante documentaci贸n contraria a la legalizaci贸n de la eutanasia y el suicidio asistido. En un pa铆s como Espa帽a, que se muestra mayoritariamente cat贸lico, no cabe duda que la voz de la Conferencia Episcopal Espa帽ola, parece la m谩s autorizada para catalogar moralmente los actos eutan谩sicos. En relaci贸n con ello, en noviembre de 2019, la Conferencia public贸 un exhaustivo documento, 鈥淪embradores de esperanza. Acoger, proteger y acompa帽ar en la etapa final de la vida鈥, que ofrece una razonada exposici贸n de por qu茅 la eutanasia y el suicidio asistido son moralmente rechazables, al afirmar que 鈥渓a intenci贸n de eliminar la vida del enfermo, por propia iniciativa o a instancia de terceros, con el fin de que no sufra, poniendo los medios que para realizarlo, es siempre contraria a la 茅tica: se elige un mal, es decir, suprimir la vida del paciente, que, como tal, siempre es un bien en s铆 misma. Esto queda a煤n m谩s claro si tiene en cuenta que, para afrontar el sufrimiento, siempre se pueden elegir otros medios: aliviar las molestias, controlar el dolor, consolar el sufrimiento, acompa帽ar y mejorar la situaci贸n vital鈥.
Despenalizaci贸n de la eutanasia. Propuesta del Parlamento Catal谩n para que las personas que colaboren en un suicidio asistido en el caso de un sufrimiento irreversible por enfermedad o discapacidad no se enfrenten a penas de c谩rcel.Tambi茅n la Conferencia Episcopal Espa帽ola, con fecha 11 de diciembre de 2020, ha hecho p煤blica una declaraci贸n, en la que entre otras cosas afirma: 鈥渓a eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos. La respuesta a la que estamos llamados es no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza鈥.
Igualmente, y desde una posici贸n jer谩rquica superior, la Congregaci贸n para la Doctrina de la Fe, con apoyo expreso del papa Francisco, ha publicado al Carta 芦Samaritanus Bonus禄, sobre el cuidado de las personas f铆sicas en las fases cr铆ticas y terminales de la vida禄, en la que se rechaza de forma absoluta las pr谩cticas eutan谩sicas, por inmorales, manifestando que la Iglesia considera que debe de reafirmar como ense帽anza definitiva que la eutanasia es un crimen contra la vida humana porque, con tal acto, el hombre elige causar directamente la muerte de un ser humano inocente. La eutanasia, por lo tanto, es un acto intr铆nsecamente malo, en toda ocasi贸n y circunstancia鈥. Adem谩s, en el pasado la Iglesia ya ha afirmado de forma definitiva que la eutanasia es una grave violaci贸n de la ley de Dios, en cuanto eliminaci贸n deliberada y moramente inaceptable de una persona humana. Toda cooperaci贸n formal o material inmediata a tal acto es un pecado grave contra la vida humana鈥.
Finalmente, y adicionalmente a las anteriores declaraciones, no cabe duda que la aprobaci贸n de la proyectada Ley de Eutanasia y Suicidio Asistido abrir谩 una puerta a una 芦pendiente resbaladiza禄 de consecuencia impredecibles.
En efecto, no es necesario realizar una elucubraci贸n te贸rica sobre ello, pues existen datos de dos laboratorios sociales incontestables, en los que se puede constatar la inequ铆voca 芦pendiente resbaladiza禄 que la legalizaci贸n de la eutanasia o el suicidio asistido promueve. En efecto, en un estudio realizado en Holanda que abarca el periodo 2010 a 2015, se constata que se contabilizaron 2554 suicidios asistidos, de los cuales 431 fueron por 鈥渢erminaci贸n de la vida sin petici贸n鈥. En otro trabajo, llevado a cabo en Flandes en 1996, se pudo comprobar que el 3,3% de las eutanasias se hab铆an practicado sin la preceptiva petici贸n del paciente y en un tercer estudio tambi茅n realizado en Flandes, se comprob贸 que se hab铆an producido 1796 casos de eutanasia involuntaria, lo que constituye el 3,2% del total de muertes acaecidas en ese pa铆s. Igualmente, en otros estudios m谩s recientes, se comprob贸 que el porcentaje de las eutanasias involuntarias fue del 1,8% y 1,7%; pero, adem谩s, en los pacientes de 80 a帽os o m谩s el porcentaje de eutanasias involuntarias se elev贸 al 52,2%, y en aquellos casos de enfermedades distintas al c谩ncer este porcentaje lleg贸 a ser del 67,5%.
La puesta en marcha de una ley que favorece la eutanasia, sin antes haber desarrollado de forma suficiente los cuidados paliativos, supone un mayor atentado a la dignidad de la persona y una enorme injusticia social. Puesto que, en lugar de ofrecer medios humanos y materiales para cuidar a los pacientes en situaci贸n de vulnerabilidad, se opta por acabar antes con sus vidas, sin dar ni siquiera la posibilidad de elegir entre unos cuidados paliativos y la propia eutanasia. Si bien es cierto que el coste econ贸mico entre ambas opciones es significativo, una sociedad que no considera ofrecer todos los medios necesarios para dar los cuidados pertinentes a sus ciudadanos en las situaciones de vulnerabilidad y sufrimiento, prefiriendo acabar con sus vidas, no puede considerarse una sociedad libre, justa ni social.
Conclusi贸n
La legalizaci贸n de pr谩cticas como la eutanasia y el suicidio asistido pretende mostrar como un bien social un proceder del todo inaceptable, tanto desde un punto de vista m茅dico, como jur铆dico, sociol贸gico y moral, pues estas pr谩cticas conculcan el respeto a la dignidad humana y su defensa en toda circunstancia.
Abordar el sufrimiento humano pretendiendo eliminar a las personas que lo padecen es, ante todo, un fracaso del sistema asistencial, pero tambi茅n de la sociedad en general, que, lejos de suprimir a los d茅biles y sufrientes, deber铆a eliminar su dolor, dedic谩ndoles los mejores recursos disponibles, precisamente porque son los que m谩s lo necesitan.
En el estado actual de la medicina y la pr谩ctica cl铆nica estos recursos existen, son eficaces para aliviar el sufrimiento de los enfermos y constituyen a trav茅s de los Cuidados Paliativos de calidad, la herramienta que procura el trato digno que toda persona merece en atenci贸n a su inviolable dignidad, m谩xime cuando padece un estado de dependencia absoluta.
Observatorio de Bio茅tica.
Instituto Ciencias de la Vida.
Universidad Cat贸lica de Valencia San Vicente M谩rti
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