Resumen
Partiendo de la consideración de que en algunas partes del mundo, enfermedades como la rubéola son aún epidémicas, y de que la infección por estas enfermedades contraídas por mujeres embarazadas causa graves daños, y puede causar inclusive la muerte del feto, y del supuesto de que la vacunación a gran escala representa un medio irrenunciable en la lucha contra estas enfermedades infecciosas. El artículo afj~onta la cuestión de la licitud de la producción, de la difúsión y del uso de vacunas en las que la producción esté en conexión con actos de aborto procurado.

Algunas vacunas de amplia difusión contra enfermedades como la rubéola y la varicela, se han estado desarrollando mediante la utilización de cepas de virus ohtenidos de letos humanos voluntariamente abortados.

El autor reflexiona particularmente sobre el problema ético surgido tanto de médicos que trabajan en campañas de vacunación, como de aquellos que requieren de las vacunas (en e,pecial de los padres que deben vacunar a sus propios hijo,), que se preguntan si el uso de tales vacunas no está en contradicción con el rechazo ético de cualquier forma de aborto voluntario.

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