La mayorÃa de los textos cientÃficos retractados por el IEEE lo fueron entre 2009 y 2011. Asà en 2011, la “Internacional Conferencian E-Business and E- Gobernment†retractó más de 1200 abstracts. En total la IEEE ha retractado más de 7.300 abstracts, la mayorÃa de ellos son textos de autores chinos y sus artÃculos hacen referencia a materias muy diversas como ciencias fÃsicas, negocios, tecnologÃa y ciencias sociales.
Sin embargo, en la mayorÃa de las retracciones no se especifica la causa de la retracción.
Por otro lado, IEEE no ha dado muchos detalles de por qué ha tomado tales decisiones. Ello contrasta con el hecho de que todos los abstracts retractados habÃan sido previamente sometidos a revisión por pares.
Este hecho, sin dudad grave, refleja que la revisión por pares en las comunicaciones que se envÃan a los congresos y la publicación de los abstracts se someten a un proceso mucho menos riguroso que los que se envÃan a publicar a las revistas tradicionales.
A ello puede contribuir el escaso tiempo, que muchas veces, hay para evaluar y aceptar o no las comunicaciones que se envÃan a los congresos.
Para prevenir que en un futuro la IEEE tenga que retractar tantos abstracts, esta entidad ha constituido un comité de miembros de la propia empresa, y de voluntarios, para revisar el material cientÃfico que se envÃa a sus congresos y asà disponer de un sistema de valoración de calidad más exigente.
Por otro lado, y también en relación con el fraude cientÃfico, el pasado 2018 se publicó en la revista Science, el caso de un anestesista alemán, Joachim Boldt, al que se le acusa de haber fabricado datos, ignorando las más elementales reglas éticas y cometido otros fraudes en más de 98 artÃculos publicados junto a otros autores. Todos ellos, menos dos han sido retractados.
En muchos de estos estudios se defendÃa la efectividad de soluciones intravenosas conteniendo “hetastarchâ€, que, a su juicio, es útil para estabilizar la presión sanguÃnea después de intervenciones quirúrgicas y traumas graves, pero que, al parecer, tiene objetivos efectos secundarios negativos e incluso en algún caso ha llevado al fallecimiento de los pacientes.
Investigadores de la Universidad de Manitoba, en Winnipeg, Canadá, hacen referencia a como el fraude de Boldt puede haber distorsionado la literatura cientÃfica sobre estas materias, en un artÃculo publicado en The Journal of the American Medical Association, en el que examinan 38 artÃculos, incluidos siete de Boldt, comparando el uso de fluidos conteniendo “hetastarch†con otros tres tipos de expansores , en 11.000 pacientes crÃticos, encontrando que las soluciones conteniendo “hetastarch†fueron tan seguras como los otros fluidos. Pero cuando los investigadores excluyen los 590 pacientes de Boldt, emerge un cuadro más oscuro, comprobándose que los fluidos con “hetastarch†poseen modestos, pero significativos, efectos secundarios negativos, especialmente renales e incluso se dio la muerte de algún paciente.
Al hilo de estos comentarios, en el propio artÃculo de Sciencie se publica un resumen de los principales fraudes cientÃficos de los últimos años en el que se constata que Yoshitaka Fujii, de Japón, es el que tiene más retracciones, 169; seguido del citado Joachim Boldt, con 96; Diederik Stapel (Holanda) con 58; Chen-yuan Petre Chen (Taiwan) con 43; Yoshihiro Sato (Japon) con 43; Hua Zhong (China) con 41; Shigeaki Kato (Japon) con 39; James Hunton (Estados Unidos) con 36; Hyung-in Moon (Corea del Sur) con 35 y Jan Hendrik Schön (estados Unidos) con 32.
El fraude de Schön ya nos hemos referido con anterioridad por la importancia que sus investigaciones tuvieron y por la magnitud del fraude.
Justo Aznar. Observatorio de Bioética. Instituto de Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia
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