Recientemente se ha publicado en el blog Practical Ethics un artÃculo que defiende el uso de la biologÃa sintética y la edición genética para obtener nuevos organismos no existentes en la naturaleza. Su autor argumenta que si la biodiversidad es valiosa, entonces se deberÃa fomentar, añadiendo nuevas especies, en lugar de conservarla tal y como está.
Frente a la idea comúnmente asumida de que los niveles actuales son óptimos, expone que la biodiversidad global se ha visto profundamente afectada por la acción del ser humano, habiéndose perdido infinidad de especies. Por otra parte, niega que los ecosistemas sean unidades frágiles y finamente equilibradas, defendiendo por un lado que las interacciones entre organismos tienden a socavar su estabilidad y, por otro lado, que la introducción de una nueva especie no tiene un gran impacto biológico, afirmaciones que parecen contradictorias.
Echamos de menos en el citado artÃculo referencias que apoyen estas novedosas visiones sobre la biodiversidad y los ecosistemas, que contrastan con lo que hasta ahora se ha entendido y observado desde las ciencias biológicas y medioambientales. No obstante, aunque sus afirmaciones fueran ciertas, no nos parece que esto lleve a concluir que sea recomendable aumentar la biodiversidad existente mediante la producción de nuevas especies artificiales.
Tampoco menciona si las especies producidas deberÃan no ser patogénicas, o si los investigadores deberÃan tener en cuenta el tipo de organismos producidos, el número de los mismos, el lugar de liberación, las perspectivas (nunca del todo controlables) de evolución, los organismos con los que interactuarÃan, etc. No nos parece necesario explicar por qué no serÃa adecuado introducir organismos en el medio natural sin tener en cuenta estas y otras consideraciones. Sin embargo, aun asumiendo que sà se tuvieran en cuenta, siempre estarÃamos asumiendo un riesgo, por lo que, a nuestro juicio, no puede definirse la introducción de una nueva especie como algo bueno, solo por el hecho de aumentar la biodiversidad. En nuestra opinión, la liberación de organismos artificiales al medio solo serÃa justificable cuando fuera necesario para obtener un bien que superara el riesgo asumido, por ejemplo, la liberación de un microorganismo diseñado para acabar con un vertido petrolero. Y aun asÃ, deberÃan estar diseñados de tal forma que se asegurara su no permanencia en el medio natural más allá de un tiempo determinado.
Otra cuestión es la producción de nuevos organismos para permanecer aislados en el laboratorio (utilizando medios para asegurar su no supervivencia en el medio natural). En este caso nos parece que su producción puede ser lÃcita e incluso recomendable cuando sirvan a la obtención de algún bien (conocimiento, biocombustibles, medicamentos, etc.) y siempre y cuando se cumplan todos los requisitos de bioseguridad.
Mayo 2017
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